Ingredientes:
- 100 ml de moscatel (o 100 ml. de anís (licor), o agua)
- 100 g de mantequilla derretida fría
- Pizca de sal
- 2 huevos
- 550 g de harina de repostería
- Ralladura de 1 limón
- 10 g de zumo de limón
- 30 g de aceite de girasol
- 8 g de aroma concentrado de anís.
- Azúcar común para espolvorear
Elaboración:
- Bate los huevos
- Añade el moscatel, el anis, el aceite de girasol, la mantequilla. la ralladura y el zumo de limón y mezcla bien.
- Agrega la harina toda junta y mezcla ligeramente con una cuchara de madera, a continuación si lo haces con la amasadora pones el gancho de amasar y continúas con un amasado suave de 5 minutos, vuelcas en la encimera, formas una bola y espolvoreas harina.
- Si lo haces de modo tradicional continúas amasando en el bol con una mano hasta que esté ligado y lo vuelcas en la encimera donde continuarás amasando hasta formar una bola y le espolvoreas harina.
- Envuelve la masa en film transparente y refrigera un mínimo de media hora, le conviene un poco de frío a la masa para que la mantequilla adquiera textura dentro de la masa.
- Estiradlo
- Una vez que recuperamos la masa de la nevera, vamos cortando pequeñas porciones de unos 40 g apróximadamente y los vamos estirando lo más finitas posible.
- Lo ideal es estirar todas las orejas antes de empezar a freír.
- Disponemos una sartén (la más grande que tengamos) y abundante aceite y la ponemos a calentar a fuego medio-alto.
- Una vez que el aceite está caliente, comenzamos a freír.
- Estamos atentos a la fritura y damos vuelta rapidamente a cada oreja para evitar que se tuesten demasiado.
- Cuando salen del aceite salen blandas, así que hay que tener cuidado al manipularlas o se romperán. Las pasamos con cuidado a un papel absorbente, las damos vuelta para que se absorba el aceite del otro lado y las vamos pasando a una fuente, espolvoreamos azúcar, y continuamos hasta acabar.

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