lunes, 29 de octubre de 2018

Platos de Galicia. LOS POSTRES.

No hay menú que se precie sin un buen dulce para finalizarlo.

Tras hablar de los platos salados más tradicionales de la cocina gallega, queremos destacar la cocina de los postres.

Quizás el más conocido sea la Tarta de Santiago. Poco más podemos decir de esta tarta. Recordar simplemente que su elaboración está bajo indicación geográfica protegida (I.G.P.) y que podéis descubrir un poco de su historia y elaboración aquí.

Filloas de sangre
Las filloas provienen de la época romana. Se elaboraban prácticamente con los mismos ingredientes: harina, huevos y azúcar.
En Galicia estas tortitas se suelen servir con miel y canela.
Las filloas de leche y huevos son bastante similares a las crêpes francesas. Se suelen consumir más  durante los Entroidos (los carnavales gallegos) y también durante la matanza, aunque en este periodo se consumen más las filloas de sangre. ¿De sangre? Sí, exactamente: también son dulces, y se cocinan de la misma manera que las de leche y huevos, pero se les añade sangre procedente de la matanza, además de uvas pasas, miel o azúcar.


Las Orejas de masa frita suele ser el postre habitual junto con unas filloas rellenas de crema después de un buen cocido gallego en todos los carnavales.
No son más que un trozo de masa estirada muy finita, frita en abundante aceite y espolvoreada con azúcar. Si quereis conocer un poco más de ellas y como se hacen, os lo contamos aquí.

Leche frita
La leche frita es un postre tradicional que está presente en el recetario de muchas madres y abuelas de Galicia. La receta es relativamente sencilla, aunque es laboriosa de modo similar a la preparación de unas croquetas, ya que hay que hacer una masa, enfriarla y después rebozar sus porciones.
De todas formas, el resultado es tan rico que merece totalmente la pena dedicar un rato.



Bica
Y por último la Bica. Es un bizcocho tradicional esponjoso y jugoso que se prepara con los ingredientes naturales de siempre y añadiendo nata. Es un dulce delicioso y fácil.
Una de las características de este bizcocho, es su corteza crujiente, lo que se consigue espolvoreando una generosa cantidad de azúcar sobre la superficie, antes de ponerla en el horno.
También se le puede agregar canela en polvo, junto con el azúcar, para darle un toque especial.
Este es uno de esos bizcochos, que gana en sabor en cuanto ha reposado un poco, por eso, suele estar mejor al día siguiente de haberlo preparado.
Es una receta  ideal para acompañar los desayunos y remojar en el café.


Esperamos haberos endulzado el día. Si os atrevéis a hacer o probar alguno no dudéis en comentárnoslo, pero seguro que es un acierto, porque GALICIA es CALIDADE.


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